La verdad que para cada persona este día tiene un significado. Nos recuerda momentos distintos
en la vida. Sin embargo, no quiero singularizar nada en este tema, prefiero hablar en abstracto, o de una forma más precisa de generalidades.
Alabo a todo aquel padre que se esfuerce por dar una educación a sus hijos y que el día de mañana sean alguien, y en especial este post va también por todos esos padres luchadores que no tienen otro nombre y demuestran un gran afán de superación, después de lo que la vida les ha arrebatado, a través de una injusta enfermedad y siguen adelante con la pérdida de alguno de sus hijos.
También me vienen a la mente, los hijos de padre maltratador, en fin, en este aspecto, yo diría que este día no tienen nada que celebrar, salvo la única excepción, que hizo algo grande aportando para que fueran vida.
Y el último caso generalizado que quiero resaltar es aquellos padres que ya no están, y han sido un gran modelo a seguir.
La verdad que puede haber gran variedad de padres, pero cada uno desde su perspectiva aporta lo suficiente para que no sea necesario cuestionar que merece la pena la vida.
